Mark Zuckerberg, el fundador de
Facebook, nunca terminó la carrera de ciencias de la computación. Dejó colgada
la carrera en el 2005, dos años después de empezarla, para centrarse en su
proyecto Facemas, el embrión de la popular red social con casi 2.000 millones
de usuarios activos. El pasado jueves, 25 de mayo, 12 años después, volvió a la
misma facultad con su familia para dar el discurso de graduación y recoger su
título de graduado, concedido excepcionalmente por las autoridades
universitarias.
“Si sobrevivo a este discurso,
será la primera vez que termine algo en Harvard”. Con este tono jocoso,
desenfadado, encaró el joven multimilllonario su discurso dirigido a la
promoción del 2017. “Hoy quiero hablar de lo que he aprendido de nuestra
generación y del mundo en que vivimos”, añadió, algo más serio.
Zuckerberg recuerda en su
inspirador discurso algunos momentos, “buenos recuerdos”. “¿Cuántos recordáis
qué estabais haciendo cuando recibisteis el email de admisión en Harvard? Yo
estaba jugando al ‘Civilization’. Bajé corriendo hasta donde estaba mi padre,
cuya reacción fue grabarme mientras abría el email”, rememora el fundador de
Facebook. “El mejor recuerdo que tengo de Harvard fue conocer a Priscilla.
Acababa de lanzar en plan broma una web, y la junta asesora quería ‘verme’.
Todo el mundo pensaba que me iban a echar. Mis amigos me organizaron un fiesta
de despedida y, cosas del destino, Priscilla fue a la fiesta con una amiga”,
explicó Zuckerberg, quien soltó una de las frases más románticas de la historia
para conquistar a la joven: “Van a echarme en tres días, así que tenemos que
quedar lo antes posible”.
A Zuckerberg no le echaron y
empezó a salir con Priscilla, a la que define como la “persona más importante”
de su vida. “Aquí se han engendrado amistades para toda la vida e incluso
familias. Por eso le estoy tan agradecido a este lugar”, añadió el recién
licenciado, quien apuntaló su relato motivador en diferentes conceptos:
MOTIVACIÓN
“El gran reto de nuestra
generación es crear un mundo en el que todos tengan una motivación”, explicó
Zuckerberg. En el vocabulario del fundador de la red social, motivación es
“pensar que formamos parte de algo más grande, que somos necesarios, que
tenemos un objetivo por el que trabajar.” “Para que nuestra sociedad siga
avanzando, como generación debemos crear no solo nuevos empleos, sino también
nuevas motivaciones”, añadió.
CONEXIÓN
Zuckerberg conectó el mundo con
su plataforma.“Recuerdo decirle a mi amigo KX que me hacía mucha ilusión
conectar a la comunidad de Harvard, pero que un día alguien conectaría todo el
mundo. Nunca pensé que ese alguien seríamos nosotros. Solo éramos compañeros de
universidad. No teníamos ni idea de cómo hacerlo. Pero una cosa teníamos clara:
todo el mundo quiere estar conectado. Así que seguimos trabajando, día a día.”
PERSEVERANCIA
El ahora multimillonario
desarrolló muchos otors proyectos, desde juegos a reproductores de música.
"El espíritu emprendedor prospera cuando es fácil probar muchísimas ideas
diferentes. A JK Rowling la rechazaron 12 veces antes de publicar 'Harry Potter'.
Incluso Beyoncé tuvo que componer cientos de canciones hasta conseguir 'Halo'.
Los éxitos más importantes se consiguen cuando existe la posibilidad de
fracasar", subrayó Zuckerberg.
SUERTE
“Todos sabemos que el éxito no
llega solo por tener una idea brillante o por trabajar mucho. También hay que
tener suerte. Si hubiera tenido que ayudar a mi familia a salir adelante en
lugar de tener tiempo para programar; si no hubiera sabido que no pasaría nada
si Facebook no funcionaba, hoy no estaría aquí. Sinceramente, todos sabemos la
suerte que hemos tenido”, concluyó.
PROGRESO
Para Zuckerberg, el progreso se
puede medir solo en datos macroeconómicos: "Debemos desarrollar ideas como
la renta básica universal con el objetivo de ofrecer a todas las personas un
colchón para poder emprender nuevos proyectos. Seguramente cambiemos muchas
veces de trabajo, por lo que necesitamos una atención sanitaria e infantil
accesibles que no dependan de ninguna empresa. Seguramente cometamos muchos
errores, por lo que necesitamos una sociedad que no se centre tanto en
castigarnos o estigmatizarnos. Y, como la tecnología no deja de avanzar,
debemos centrarnos más en seguir formándonos a lo largo de nuestra vida",
explicó.
El licenciado se despidió de sus
compañeros con una oración que repite cada vez que se enfrenta a un reto: “Que
el poder de la fuerza, que ha bendecido a los que vinieron antes que nosotros,
nos ayude a encontrar la valentía para hacer de nuestras vidas una bendición”.
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