¿Te mueres de la vergüenza cuando
tienes que hablar rodeado de gente? ¿Eres tímido y crees que, por ello, jamás
podrás llamar la atención de la gente al hablar? Pues aunque no te lo creas, el
tercero más visto de las charlas TED, Simon Sinek, está en tu misma situación y
aquí os dejamos 6 grandes consejos que le han convertido en quien es hoy.
¡Empezamos!
1. NO HABLAR DE INMEDIATO
Comenzar a hablar antes de
tiempo, cuando todavía estás tomando tu posición en el escenario, implica falta
de confianza y nerviosismo visible. Procura evitarlo.
En su lugar, sal en silencio al
escenario. Luego inspira profundamente, encuentra tu lugar, espera unos
segundos y comienza. “Sé que suena largo y tedioso y es terriblemente incómodo
cuando lo haces pero eso muestra al público
que estás totalmente seguro y a cargo de la situación”.
2. DAR, NO RECIBIR
A menudo, las personas hacen
presentaciones para vender productos o ideas para que la gente los siga en las
redes sociales, compre sus libros o incluso les guste. Se trata de ofrecer
antes que recibir, siempre.
“Somos animales altamente
sociales”, dice Sinek. “Incluso a una distancia en el escenario, las personas
son más propensas a confiar en un dador (un orador que les da valor, que les
enseña algo nuevo, que les inspira) que en un vendedor sin más”.
3. HACER CONTACTO VISUAL CON LOS
MIEMBROS DE LA AUDIENCIA, UNO POR UNO
No trates de mirar de forma
panorámica y observa a las personas, sus expresiones y su lenguaje no verbal.
Céntrate en ellos y no trates de abarcar a más de uno a la vez aunque,
obviamente, estés hablando a la masa de gente.
Trata de personalizar todo lo que
puedas y la gente se irá con la idea de haberte conocido mucho mejor, de haber
conectado contigo a la hora de escuchar tu mensaje.
4. IGNORAR A LOS OPOSITORES
Disminuye la atención sobre la
gente que está frunciendo el ceño, cruzando los brazos o sacudiendo la cabeza
en señal de “no”. En su lugar, concéntrate solo en los tuyos: las personas que
están visiblemente comprometidos, disfrutando de tu presentación y asintiendo
con la cabeza en señal de “sí”. Están interactuando positivamente contigo y eso
te hará estar mucho más confiado y relajado que si intentas convencer al resto.
5. CONVERTIR EL NERVIOSISMO EN
EXCITACIÓN
Sinek aprendió este truco al ver
las Olimpiadas. Hace unos años se dio cuenta de que los periodistas que
entrevistaron a los atletas olímpicos antes y después de competir hacían la
misma pregunta. “¿Estabas nervioso?” Y todos los atletas dieron la misma
respuesta: “No, estaba emocionado”. Estos competidores estaban tomando los
signos de nerviosismo del cuerpo (manos húmedas, corazón palpitante y muchos
nervios) y reinterpretándolos como efectos de excitación y regocijo. Motívate a
ti mismo.
6. DAR LAS GRACIAS CUANDO HAYAS
TERMINADO
El aplauso es un regalo y, cuando
recibes un regalo, es correcto expresar lo agradecido que estás por ello. Es
por eso que Sinek cierra siempre sus presentaciones con estas dos palabras
sencillas pero poderosas: “muchas gracias”.
Y tú, ¿tienes algún consejo o
ritual que te ayude a la hora de tener que hablar en público? Pues no dudes en
ponerlo en los comentarios para que podamos aprender y mejorar entre todos.
¡Muchas gracias!
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