Bloomberg News.-En Virginia
Occidental, donde los trabajadores extraen carbón desde hace siglos, las nuevas
advertencias del papa Francisco sobre los riesgos de los combustibles fósiles
serán recibidas con escepticismo, incluso por los fieles.
Monseñor Edward Sadie de Charleston
lo sabe, y probablemente mejor que la mayoría. En las últimas semanas, ha
predicado ante su congregación de 700 familias sobre los perjuicios que causa
el cambio climático a los vulnerables –el punto clave de la encíclica papal que
está previsto dar a conocer hoy.
“Lo van a acusar de radical y
socialista”, dijo Sadie en una entrevista telefónica. “Pero no conozco a nadie
que tenga la oportunidad de hablarle a tanta gente como el papa Francisco”.
La encíclica coincide con una
base científica del calentamiento global que atribuye gran parte de la culpa a
la contaminación que causan el carbón, el petróleo y el gas natural.
Esto ha puesto en una difícil
situación a los líderes católicos de algunas regiones petroleras y carboníferas
de los Estados Unidos, ya que tienen que transmitir el mensaje en zonas donde
la industria energética desde hace mucho es la sangre vital de la comunidad.
“Habrá una reacción,
decididamente”, dijo Robert Gorman, director ejecutivo de organizaciones
solidarias de la diócesis de Houma-Thibodaux en Luisiana, donde se encuentra el
mayor número de refinerías de los Estados Unidos después de Texas.
“Ya hay gente que dice que el
cambio climático no existe”, señaló. “Hay personas que dicen: ‘Quizá está
ocurriendo pero los seres humanos no tienen nada que ver con él’”.
Sin embargo, en el sur de
Luisiana hay otro factor que apoya la tesis del Papa, según Gorman. “Les puedo
garantizar que todos saben que tenemos un aumento relativo del nivel del mar”,
aseguró. “Se lo puede ver en el frente de nuestras casas”.
La carta de Francisco a los 1,200
millones de católicos del mundo exhorta a los líderes políticos a tomar más
medidas para reemplazar los combustibles fósiles por energías menos
contaminantes.
La encíclica presenta el tema en
términos morales al decir que los pobres y los vulnerables son los que más
sufren el daño ambiental.
Reducir las emisiones, escribió
Francisco, exige “honestidad, coraje y responsabilidad, sobre todo de los
países más poderosos y más contaminantes”, de acuerdo con un borrador del
documento publicado el 15 de junio por una revista italiana.
En los Estados Unidos, el mayor
emisor histórico de gases de efecto invernadero del mundo, el aumento de la
explotación del esquisto llevó la producción petrolera al nivel más alto en
cuatro décadas.
Las encuestas muestran que los
católicos estadounidenses siguen tan divididos como el resto de la población en
lo que hace al calentamiento global, pese al consenso que reina entre los científicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por escribirme
@greysisdelacruz