WASHINGTON, Estados Unidos–
Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Uruguay y República Dominicana firmaron
hoy una nueva convención de la OEA sobre los derechos de las personas mayores
de 60 años, el primer instrumento jurídicamente vinculante sobre la materia y
con el que esos países esperan sentar un precedente mundial.
La llamada Convención
Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas
Mayores se firmó en un acto formal durante la 45 Asamblea General de la
Organización de Estados Americanos (OEA), que se celebra hoy y mañana en
Washington.
“Este es el primer instrumento
jurídicamente vinculante que trata el tema de protección de los derechos
humanos de las personas mayores en el mundo. Es el nuevo estándar
interamericano y sienta un precedente mundial”, dijo a los periodistas el
presidente del grupo de trabajo que ha impulsado la convención, el panameño
Iván Chanis.
La convención está abierta a la
firma de los 34 Estados miembros de la OEA y fue redactada en tres años, un
tiempo récord si se compara con otros instrumentos jurídicos de la
organización.
Los principales impulsores del
texto fueron Argentina, Panamá, Brasil, Uruguay y El Salvador, con la ayuda de
varios países del Caribe.
Su objetivo es “promover,
proteger y asegurar el reconocimiento y el pleno goce y ejercicio, en
condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales de la persona mayor, a fin de contribuir a su plena inclusión,
integración y participación en la sociedad”, según el texto de la convención.
En caso de que los derechos
mencionados en la convención no estén reflejados ya en los sistemas
legislativos o jurídicos nacionales, los Estados parte de la misma se
comprometen a “adoptar las medidas legislativas o de otro carácter” necesarias
para garantizarlos.
“Con esta convención se suman
nuevas responsabilidades para la OEA en la protección de los derechos humanos
de las personas mayores”, dijo el secretario general del organismo, Luis
Almagro, en el acto de firma del nuevo instrumento.
La convención entiende por
“persona mayor” a aquella “de 60 años o más, salvo que la ley interna” del país
en cuestión “determine una edad base menor o mayor”, siempre que ésta no supere
los 65 años.
El aumento de la población mayor
en el continente y la sensación de que está cada vez más desprotegida motivó la
redacción de una convención sobre el colectivo, una idea que según sus impulsores
se ha estudiado también en el seno de Naciones Unidas pero, por el momento, no
ha reunido el consenso necesario.
Los derechos protegidos por la
nueva convención de la OEA son la igualdad y la no discriminación por razones
de edad, el derecho a la vida y la dignidad en la vejez, el derecho a la
independencia y la autonomía, el derecho a la participación y la integración
comunitaria, y el derecho a la seguridad y a una vida sin violencia.
También están contemplados el
derecho a no ser sometido a tortura ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes; el derecho a brindar consentimiento libre e informado en el ámbito
de la salud; a la libertad personal; y a la libertad de expresión, entre otros.
Asimismo, se protege el derecho a
la nacionalidad y a la libertad de circulación, el derecho a la privacidad y a
la intimidad, el derecho a la seguridad social, el derecho al trabajo, a la
salud, a la educación, a la cultura y a la recreación, a la propiedad y la
vivienda.
El texto también establece el igual
reconocimiento ante la ley de las personas mayores, su derecho al acceso a la
justicia, los derechos políticos y el derecho de reunión y asociación.
La Convención entrará en vigor
treinta días después de que los Parlamentos de dos países del continente lo
hayan ratificado.
A partir de entonces, el
documento servirá para guiar las decisiones de la Comisión y la Corte
Interamericanas de Derechos Humanos (CIDH y CorteIDH, respectivamente),
vinculadas a la OEA
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