Así lo creo. Basta con revisar las cifras de muertes de mujeres victimas de este tipo de violencias en el mundo.
La violencia contra la mujer es ilegal en la República Dominicana desde 1997, pero las creencias culturales arraigadas hacen que la implementación de las leyes que protegen a la mujer vaya muy por detrás de la ley. Hasta el punto de que la violencia contra la mujer se encuentra generalizada, a pesar del dolor y desesperación entre las mujeres agredidas, sus familiares y los hijos.
La violencia contra la mujer es ilegal en la República Dominicana desde 1997, pero las creencias culturales arraigadas hacen que la implementación de las leyes que protegen a la mujer vaya muy por detrás de la ley. Hasta el punto de que la violencia contra la mujer se encuentra generalizada, a pesar del dolor y desesperación entre las mujeres agredidas, sus familiares y los hijos.
La
erradicación de este tipo de violencia no es sencilla, porque depende de un
cambio completo de paradigma, en cuanto a la relación hombre – mujer dentro de
la pareja, lo que implica un esfuerzo sostenido de educación y concientización
de la población, empezando desde la infancia. Hablando y ensañando a los
pequeños sobre igualdad de genero, con el objetivo de que disminuir la
discriminación contra la mujer.
La
discriminación contra la mujer se manifiesta de diferentes formas en RD.
Las
mujeres recibimos menos dinero por hacer el mismo trabajo que los hombres y
tenemos la carga casi exclusiva del trabajo dentro del hogar.
El
ingreso promedio mensual de las mujeres en el país equivale solamente al 79 por
ciento del percibido por los hombres y en la región de América Latina y el
Caribe las mujeres ganan un 19 por ciento menos que los hombres por desempeñar
las mismas funciones.
Otro
tipo de discriminación es:
Muchas
salen y vuelven de trabajo a la misma hora que su marido, pero antes de irse
debe hacer el desayuno, preparar a los niños para la escuela, cocinar el
almuerzo que llevarán ella y su marido para el trabajo. Al regreso generalmente
también son responsables de hacer la
cena, limpiar la casa, lavar los platos, cuidar de sus hijos y del marido
mismo.
La
cultura machista está tan arraigada que las propias mujeres entienden que si
sus esposos hacen algún oficio doméstico las están ayudando, cuando la
responsabilidad del trabajo del hogar debe recaer en todos los integrantes de
la familia.
Sin
embargo, somos las mismas mujeres que no exigimos nuestros derechos. Y dejamos
que las grandes decisiones de agenda política la asuman los hombres.
Estos
son algunos ejemplos sobre el gran reto que tiene la sociedad dominicana de
encaminarse a ser mas igualitaria, abierta, plural y menos intolerante.
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Gracias por escribirme
@greysisdelacruz