Hansiel Gelabert Santos y Elizabeth Deyanire Gabino muertas a tiros
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Walter Riso dice que “Amar significa dejar que el otro sea
como es y uno mismo ser como es”.
Greysis de la Cruz comenta:
Este lunes ha sido trágico. RD se despierta con la
fatídica noticia de que en Nagua un hombre “celoso” mató a balazos su expareja,
a una amiga de esta, e hirió de gravedad a un hombre que intervino en el
conflicto.
A media mañana la Policía Nacional reporta que en San
Francisco de Macorís, un menor se suicidó al tomar de una sustancia desconocida
porque supuestamente su novia terminó con él para casarse con otro.
Indudablemente tenemos que hablar de amor. Comparto con
ustedes la reflexión del psicólogo Walter Riso quien enumera los cuatro pilares
del amor perfecto en su libro “Enamorado o esclavizado” a modo de concienciar
esta sociedad enferma de violencia que lamentablemente convierte en victimas a
cientos de mujeres cada año, solo porque le han dicho a un hombre “Esta
relación terminó”. Como ya les he expresado antes, los datos evidencian que la
violencia machista es el principal problema humanitario del mundo.
Walter Riso asegura que el amor debe vivirse sin ataduras,
ni dependencias, ni agobios, ni obsesiones... Un amor saludable e inteligente
tampoco conoce presiones, posesiones, estrés...
El autor aboga por tomar las riendas de la propia
autonomía emocional junto y al lado de ese o esa compañero/a especial, que cada
uno disfrute de su espacio en esta vida con respeto, sin ataduras que anulen el
desarrollo de la personalidad. Dice Riso que el amor debe ir “ligero de
equipaje, libre y vital”. El psicólogo considera que estos son los amores más dañinos para una relación.
El amor obsesivo: “La obsesión implica que el amor se vuelve insaciable en la relación. Uno de los miembros de la pareja nunca está satisfecho con su relación, no puede hacer nada sin su pareja, y demuestra una gran dependencia”. Explica Riso. Un amor de estas características “es empalagoso y no tiene límites”, con lo cual genera adversión con el tiempo. Es una de las sensaciones que sentirá la persona que sufre una relación así: al final se verá obligada a dar lo que quiere o no puede ofrecer, a estresarse por lo que exige esa relación amorosa, y hasta sentirse acosada.
“Los que aman demasiado no soportan estar lejos de la
persona amada ni un minuto, una separación de días se les convierte en un
suplicio”, afirma.
Eso conlleva a que sienten la necesidad de estar cada vez
más tiempo junto al otro; a tener pensamientos obsesivos (¿qué estará haciendo
ahora?); a magnificar las virtudes del amado y creer que roza la perfección; e
incluso a aumentar la frecuencia e intensidad de las relaciones sexuales.
“Un error” —dice Riso—, porque una relación necesita más
cosas aparte del deseo: “comunicación, buen humor, proyectos, gustos comunes,
sintonía y respeto”.
Amor fusionado
“Una pareja totalmente fusionada implica que ha perdido la
identidad de uno mismo, se pierde el amor propio. Una persona no puede
renunciar a lo que es”, explica Riso. Si ese rol se establece en la relación es
que uno no ama o ama mal, dice el psicólogo. Amar significa dejar que el otro
sea como es y uno mismo ser como es.
Muchos enamorados de este tipo terminan adoptado los
mismos gestos, chistes y hasta la forma de vestir de su pareja. La imitan. Pero
puede llegar a más: aun instinto de posesión (¡eres mío/a!) y a pensar que uno
mismo es parte de la otra persona.
El amor temeroso
“El miedo a la pérdida de la relación denota una persona
insegura que tiene miedo al fracaso y al abandono”, cuenta Walter Riso. Ese
mismo miedo trae consigo otros muchos: el miedo a que la persona amada
decepcione, a que el amor decaiga sin razón aparente, a que nos sea infiel y a
que nos abandonen. “Este es el miedo que más caracteriza a los dependientes
emocionales”, afirma Riso.
Para hacer frente a todos estos temores, el psicólogo
recomienda aceptar y concienciarse de que en el amor no hay certezas, de que es
necesario asumir la incertidumbre.
El amor opresivo
Para Walter Riso “el amor debe respeta la Carta de los
Derechos Humanos, en el sentido de respetar la libertad de cada uno”. Es uno de
los principios fundamentales para un amor sano e inteligente según aconseja
este psicólogo. Y eso consiste en “respetar que el otro tenga sus propios
amigos, actividades, sus propias preferencias, gustos y opiniones”. En
definitiva, que cada uno respete el desarrollo de la libre personalidad, sus
principios, valores, metas esenciales y vitales.
Los cuatro pilares del amor perfecto
Walter Riso cree que el amor puede ser para toda la vida,
pero no el enamoramiento. Sólo se trata de construir los pilares que pueden
hacer la relación duradera hasta el fin de nuestros días. Estos son los firmes
pilares que siempre deben mantenerse en la pareja.
1. La confianza es básica. “La certeza de que el otro
nunca te va a hacer daño intencionadamente,. Si no tienes esta certeza vas
mal”, explica Riso.
2. El erotismo, “que fluya el deseo por el otro como un
postre”.
3. La amistad. Ser compinches, cómplices, tener humor en
común y ganas de proteger al otro.
4. El afán de cuidado hacia el otro, “que tu dolor me
duela”.
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