BRIDGETOWN, 3 jul (EFE).- El
presidente de Haití, Michel Martelly, pidió hoy ante sus homólogos de la
Comunidad del Caribe (Caricom) una solución pacífica a la crisis que enfrentan
los dominicanos de ascendencia haitiana que están siendo deportados de la
República Dominicana.
La política dominicana ha sido
criticada por los países de Caricom, al tiempo que tanto Naciones Unidas y los
países de África, Caribe y Pacífico (ACP) han mostrado su disposición a
intervenir.
"Haití preferiría mantenerse
en la mesa de negociaciones con Dominicana para resolver la crisis
pacíficamente", dijo Martelly durante su intervención en la cumbre de
Caricom que se celebra en Barbados, tras apuntar que en los últimos días mucha
gente ha acudido a la frontera para abandonar el país de habla hispana.
En tan sólo unos días, dijo, "tuvimos
más de 20.000 personas regresando, incluida una persona que asegura ser de
Nigeria, "aunque a falta de identificación no puede saber si es cierto o
no".
"Pero una cosa que sé es que
hace dos noches 21 personas fueron obligadas a regresar a Haití. No vinieron
voluntariamente, fueron detenidas y devueltas a Haití. Parece que no todos
ellos son haitianos", explicó.
República Dominicana, que no
forma parte de Caricom aunque había entablado conversaciones para integrarse,
puso como fecha límite el 17 de junio para que las personas de ascendencia
haitiana solicitaran la residencia legal.
Martelly describió la situación
que enfrenta su país -que sí es un integrante de Caricom- como una "crisis
humanitaria, debido a que no estamos hablando de haitianos, sino probablemente
de dominicanos sacados de su país".
"Nosotros preferimos no
mencionar siquiera a los dominicanos. Nos preocupamos por los haitianos que van
a volver a su país sin medios, porque la mayoría de las veces dejan lo que
tienen en casa", explicó.
En ese sentido, reclamó que se
establezca "un protocolo" para que podamos "acordar a quién se
trae de vuelta y dónde se le trae, porque estamos viendo gente a lo largo de
toda la frontera", lo que indica que "no hay un control de lo que
está ocurriendo".
"Para que el Gobierno de
Haití se prepare necesitamos tener una idea de cuántos, cómo, cuándo y qué
hacemos con mil (deportados) por día y si nos detenemos en los fines de semana.
Tenemos que hacerlo de una manera ordenada", apuntó.
"No es que no queremos a los
haitianos en casa, sólo queremos asegurarnos de que se les trata
adecuadamente" 'agregó.
El primer ministro de San
Cristóbal y Nieves, Timothy Harris, dijo al respecto que esta asunto es una
oportunidad más para mostrar "la unidad regional y la solidaridad" de
los países que integran Caricom.
Durante su intervención se
refirió a la situación como "una crisis humanitaria y de derechos humanos
que afecta a los haitianos y los dominicanos de ascendencia haitiana
asediados" por las autoridades de Santo Domingo.
Dijo que su país se opone a una
política de la República Dominicana que, en su opinión, es un "asalto a
los derechos y la dignidad humana" y lamentó que ese país "parezca
decidido a obligar a miles de personas a la deportación o directamente a
expulsarlos de la tierra de su nacimiento, a una tierra que no tienen ni la
familia ni las habilidades lingüísticas" necesarias para hacerse entender.
"Por lo tanto, hago un
llamamiento a las autoridades de la República Dominicana a que cesen y desistan
de cualquier plan que daría lugar a la expulsión de los dominicanos de
ascendencia haitiana para hacerlos apátridas", reclamó.
Además, les pidió que
"consideren la posibilidad de ampliar el plazo para el registro de los
migrantes indocumentados, para dar tiempo a idear una solución adecuada en
consonancia con las políticas internacionales", agregó.
Incluso el secretario general de
la ONU, Ban Ki-moon, mostró durante su participación en la cumbre su
"profunda preocupación" por la política de deportación en curso en la
República Dominicana.
En ese sentido celebró que esté
prevista la emisión de una declaración de condena por parte de Caricom al final
de esta cumbre y recordó que él ha mantenido conversaciones al respecto con las
autoridades de Haití y República Dominicana.
"Confía en que habrá un
mayor progreso en la resolución de este asunto, la protección de los derechos
de las personas afectadas y la prevención de la privación de la
nacionalidad", dijo.
"Esta es una cuestión de
derechos humanos y de dignidad humana", añadió tras instar a Caricom a que
siga defendiendo "las voces de más vulnerables, no sólo en esta región
sino para el mundo".
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