AP, La Habana.- Agencias de viajes y revistas de lujo están
alentando a los turistas a que viajen a Cuba antes de que cambie. Pero quienes
quieran ir y ver a bailarines de salsa en la calle o a los carros de los 50,
deben estar dispuestos a prescindir de la comodidad que implican los cajeros
automáticos, las tarjetas de crédito, el acceso al Wi-Fi, el aire
acondicionado, los cinturones de seguridad e, incluso, el papel higiénico.
Tenga en cuenta estos ocho
consejos a la hora de viajar a Cuba.
SI NECESITA ALGO, TRAIGALO
Olvidé traer mi cepillo de
dientes a La Habana. Me tomó tres días encontrar uno Me hospedé en una
"casa particular", el hogar de una familia cubana que reservé en el
sitio de internet Airbnb. Aunque los vendedores ambulantes te ofrecen camisetas
del Che Guevara y frutas tropicales, no vas a encontrar protector solar o
curitas. Los hoteles de lujo te pueden vender algunas cosas en sus tiendas pero
en La Habana no hay muchas tiendas que digamos. Incluso sitios como Harris
Brothers, un mercado en las calles Monserrate y O'Reilly, no tiene mucha
variedad de artículos de consumo aunque se puedan adquirir suvenires o comprar
café.
Los baños públicos no están mal
pero me alegré por haber traído un rollito de papel higiénico en mi bolsa.
ACOSO COMERCIAL EN LA HABANA
"Buenas vacaciones,
señora".
Así me saludaban alegremente los
habitantes de la isla cuando pasaba al lado de edificios derruidos o calles
llenas de escombros en muchos sectores de La Habana Vieja. Claro, tuve que
haber llamado la atención: soy rubia, alta y tenía un mapa entre manos. Pero
las conversaciones con extraños excesivamente amigables degeneraron, a menudo,
en peticiones. Muchos querían venderme cigarros o cambiar mis dólares. ¿Podía
darles dinero para comprar algo de tomar o para sus hijos?
En La Habana es raro que ocurran
crímenes violentos. Y, de hecho, nunca me sentí amenazada. Sólo acosada.
LA LÓGICA A VECES NO FUNCIONA EN
LA HABANA
Por la hora de mi viaje a Estados
Unidos estuve en el aeropuerto de La Habana a las 5:30 de la mañana y con toda
la documentación lista. Lástima que el aeropuerto no abría sus puertas sino
hasta las 7 am.
También fui a la famosa fábrica
de tabacos H. Upmann para una visita guiada pero me enviaron a otro lugar a
comprar el boleto. Allí me dijeron que no había tour "para hoy", pero
que me podían vender un boleto "para mañana".
Y así fue. En La Habana la lógica
de otros países no siempre funciona.
DINERO
¿Eres lo suficientemente viejo
como para tener que acordarte de llevar tu tarjeta de crédito, débito y tu
celular a un viaje? Bueno, viajar a Cuba es como remontarse a esas épocas
cuando esas preocupaciones no existían. Hay que llevar dinero en efectivo para
cambiarlo por pesos. Y no gastes mucho pues sólo hay un puñado de cajeros
automáticos y las tarjetas bancarias de Estados Unidos no son aceptadas.
En teoría, un dólar
estadounidense cuesta un peso cubano pero el gobierno cobra 13% por la
transacción por lo que terminas obteniendo 87 centavos por cada dólar. Los
cubanos te pueden ofrecer 90 centavos por dólar; pero ten cuidado en quien confías.
Yo tengo una tarjeta MasterCard,
otra Visa y una American Express, pero no pude usar ninguna ahora en mi viaje
en mayo. Incluso cuando las reglas cambien, o si sus tarjetas no son de Estados
Unidos, las tiendas rara vez aceptan el dinero plástico.
WiFi
La falta de acceso a la internet
hace que resulte muy difícil planear los viajes en Cuba hasta el último
detalle. Te lleva varios días confirmar las reservas y los arreglos que hayas
hecho porque la mayoría de los cubanos no pueden consultar su correo
electrónico desde casa. Y las reservas en línea son realmente exóticas.
Si necesitas meterte a Internet
en La Habana, los hoteles te venden tarjetas de Wi-Fi que puedes usar en el
lobby. Cuestan entre cuatro o cinco dólares y te duran 30 minutos. Pero incluso
con las tarjetas el Wi-Fi no puede funcionar aún si compras la tarjeta.
Es esencial llevar un mapa pues
los taxis carecen de GPS y no se puede 'googlear' una dirección sobre la
marcha.
LOS CARROS DE LOS 50
El ver pasar a los coches
antiguos de la década de los 50 suena muy pintoresco... hasta que te subes a
uno y te das cuenta de que no tienen cinturón de seguridad, ni aire
acondicionado, que las ventanas están rotas, que el motor eructa humo y las
puertas se abren de repente cuando el vehículo está en marcha.
No todos los coches viejos
provienen de Estados Unidos. Un conductor de veintitantos años me dijo que
heredó su coche, un Moskvitch ruso en 1981 de parte su abuelo, que lo recibió
como reconocimiento por ser un buen empleado.
Los taxis oficiales, de propiedad
del gobierno cubano, parecían estar en mejores condiciones que los automóviles
privados, pero a los turistas les cobran de más rutinariamente. Supuestamente
existen medidores en los taxis pero nunca vi uno.
COMIDA Y BEBIDA
Las cafeterías del gobierno
abiertas en lugares públicos, como en los museos, son terribles. Vayan a los
"paladares", que son restaurantes privados. Si quiere ir a los
mejores necesitará reservar.
Los precios son moderados, pero
no son baratos. La comida es buena, no excepcional. El mejor es O'Reilly 304
(el nombre del restaurante coincide con la dirección del lugar). Ofrece comida
ligera y de moda (ceviche, langosta y pasta), y el Ajiaco Café en Cojimar
(Calle 92, número 267), cuyo propietario ofrece lo que él considera lo mejor de
la cocina cubana.
Para ir a lo seguro pida un
sándwich típico de queso, jamón y carne de cerdo. El café con leche es
excelente en todas partes, como lo es la fruta tropical.
Si lo que quiere es beber,
recuerde el consejo de Ernest Hemingway: "mi mojito en La Bodeguita, mi
daiquiri en El Floridita". La frase escrita a mano, supuestamente
garabateada por el propio Hemingway, está enmarcada en La Bodeguita del Medio,
un restaurante y bar atestado de turistas. El Floridita es mejor: tiene buen
aire acondicionado, daiquiris helados y un busto de Hemingway que es perfecto
para tomarse selfies.
El bar al aire libre del Hotel
Nacional es precioso, está sobre un césped que tiene vista al mar. Pida una
Cuba Libre (ron y cola, no Coca-Cola) o una cerveza Cristal. Y luego dele un
vistazo a la galería de fotos de personajes famosos, que incluye a mafiosos y
estrellas de Hollywood.
SITIOS TURÍSTICOS
Las mejores atracciones
turísticas de La Habana incluyen un paseo por el Malecón, La Habana Vieja, la
propiedad de Hemingway en Finca Vigía y el Museo de la Revolución, donde se
burlan de Ronald Reagan y de las presidencias de los Bush. El Museo Nacional de
Bellas Artes tiene una impresionante colección que va desde retratos coloniales
al arte pop del siglo XX.
El espectáculo del Tropicana está
en muchas de las listas top de La Habana. Si gastar casi cien dólares para ver
bailarinas flacas en vestidos de lentejuelas y enormes adornos sobre la cabeza
le parece divertido, no deje de ir. De lo contrario, trate de ver la escena
musical de La Habana en la Casa de la Música.
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