Greysis
de la Cruz comenta:
Aun
no salgo del asombro que me ha producido dos denuncias sobre “repartición o
entrega” dinero a servidores públicos.
El
Padre Rogelio a denunciado que presuntamente “Falcondo repartió RD$400 millones
en el congreso para que Loma Miranda no sea parque Nacional”.
Los
diputados Nelson Guillen, Pedro Botello y Teodoro Ursino y los senadores Rafael
Calderón y Julio César Valentín afirmaron que las declaraciones del sacerdote
se trata de una irresponsabilidad temeraria y creen que ningún legislador se
prestaría para eso.
Pero
y los organismos competentes donde están? Una denuncia de esa magnitud no es sano
para la democracia que se quede aire.
Esta
tarde el dirigente reformista Humberto Salazar, denunció que Quique Antún supuestamente
cobró por adelantado RD$12 MM y presume que el anuncio de ruptura del PRSC con
PLD es un chantaje.
Además,
reveló que hay una deuda incobrable en el BNV de RD$1,200 MM y el BR tendrá que
asumirla.
Pregunto
nuevamente: Y los organismos competentes donde están?
Me
asombra la frivolidad con que se maneja los temas relacionados con delitos a la
administración pública, sin que el Ministerio Publico se sienta aludido.
En
una sociedad medianamente organizada estas declaraciones producirían un
terremoto mediático y de persecución penal.
Para
muestra dos botones:
En
España el juez José Castro ha imputado a la infanta Cristina solamente porque él
considera que ella pudo “consentir”,
“hacerse de la vista gorda” o “asumir la actitud de ceguera voluntaria” ante
el hecho de que su esposo Iñaki Urdangarin usara su parentesco con el Rey de
España para junto a su socio, Diego Torres, malversar fondos públicos.
En
Francia el ex presidente Nicolás Sarkozy fue detenido acusado de
Presunta
financiación de su campaña presidencial en el 2007 con dinero de Muamar Muhamad
Abu-minyar el Gadafi, exdictador de Libia.
También
de presunta entrega de 100.000 euros para financiar la campaña presidencial de 2007, a cargo de la mujer
más rica de Francia, primera accionista de L'Oréal.
Además,
de presunta trama de “amistades” en la cúpula del poder judicial, que pudieron
facilitar informaciones confidenciales sobre la instrucción de varios
escándalos, se presume delito de soborno.
Estas
sociedades, las españolas y francesas no consienten que un funcionario público se
apropie de fondos públicos, por ello, el
castigo es de prisión e inhabilitación de ocupar un cargo publico por años.
Para
estas sociedades de igual manera el perjurio es un delito. Todo funcionario que
ofrezca declaraciones verbales o escritas falsas se penaliza. Asimismo, es un delito hacer que o
influenciar a otra persona a que cometa perjurio.
En
estos dos casos de España y Francia iniciaron por una denuncia a través de los
medios de comunicación. Una simple “denuncia” movilizó a toda la sociedad para
que esas afirmaciones se investiguen, a fin de determinar si son veraces o no.
La
sociedad debiera darle importancia a las denuncias, en el interés de proteger
el dinero público, empezando por los agraviados que deben ser los más
interesados de demostrar su honradez.
Penosamente
la denuncia es calificada de “chisme” por el implacable sistema de corrupción
que nos arropa.
Por
eso vivimos en un país donde los organismos competentes no funcionan, los
medios de comunicación no cuestionan y la sociedad duerme. Lo peor de todo es
ver que el dinero público no le duele a nadie.
Lamentablemente
estamos a la puerta de convertimos en una sociedad inviable. Entonces, me
pregunto: ¿Que tiene que pasar para que la sociedad dominicana despierte?
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Gracias por escribirme
@greysisdelacruz