24 jun 2014

Después de la humillación de Joseph Wesolowski al pueblo dominicano para que seguir con el Concordato?

Geysis de la Cruz comenta:

Desde que estalló el escándalo de Joseph Wesolowski he sostenido que el Estado Dominicano no podía inhibirse de aplicar la ley.

Para entonces, el Cardenal López Rodríguez aseguraba que el Nuncio Joseph Wesolowski fue sometió en Roma al Tribunal doctrina de la Fe acusado de pederasta y perversión de menores en el país. Y que pronto se conocería el fallo del tribunal católico, único organismo autorizado a juzgar a las autoridades católicas en el Vaticano.

En medio de este escándalo mediático establecí que las condenas del Tribunal doctrina de la Fe son desconocidas para el mundo.

La prensa internacional ha denunciado que los casos que someten al Tribunal doctrina de la Fe prescriben en la legislación ordinaria de los países de origen sin que se produzca ningún fallo ni conocimiento del proceso del tribunal.

Establecí que el Tribunal doctrina de la Fe tiene como condena máxima la “excomunión” y no se ha aplicado a nadie todavía.

Los sacerdotes juzgados por este tribunal son sometidos a un proceso de arrepentimiento y lo destinan a funciones menores al cargo que desempeñaban.

Para estonces establecí y aun lo sostengo,  que el ocultamiento del Vaticano y de la iglesia católica fomenta la impunidad, de crímenes y delitos que cometen sus miembros.

Sostengo que el Estado Dominicano debió jugar su rol en este caso. Al tener la oportunidad  única de exigir castigo para una persona que se desempeñaba como empleado de Roma y representante del Papa.  Debido a que Vaticano, cuna de la piedad religiosa, se ha negado en múltiples ocasiones a reparar económicamente el daño cometido por sacerdotes contra victimas de violación sexual, aduciendo a que los sacerdotes no son empleados de Roma si no mas bien, simpatizantes de la fe de Roma.

Siendo Joseph Wesolowski representante del Papa Francisco y empleado de Roma podría haber sido un caso ejemplarizante para el mundo. Pero otra vez, los gobernantes de Republica Dominicana muestran su cara débil y servil frente a poderes internacionales que se burlan y humillan al pueblo dominicano.

Esta tarde la prensa señala que monseñor Víctor Masalles,  utilizó su cuenta en la red social Twitter para expresar el dolor que sintió cuando al caminar por una de las calles de Roma, vio al exnuncio Joseph Wesolowski.

“Para mí fue una sorpresa ver a Wesolowski pasearse por la Via della Scrofa en Roma. El silencio de la Iglesia ha herido al pueblo de Dios”, escribió en @VictorMasalles.

Estas declaraciones confirman que Joseph Wesolowski no está preso, está libre por las calles de Roma, probablemente elucubrando sus bajas pasiones.

Mientras en RD el diacono dominicano Francisco Javier Occis Reyes, guarda prisión  en el centro de corrección de San Pedro de Macorís, acusado de violación sexual a un menor.

Este diacono de la iglesia católica admitió ante los medios de comunicación que sostenía una relación amorosa con el Nuncio Josef  Wesolowski.

Para entonces declaro públicamente: “Además de pederasta, Josef  Wesolowski (exnuncio del Vaticano en el país) es drogadicto y alcohólico”, expresó Occis Reyes, quien aseguró mantuvo relaciones sexuales con el diplomático católico dentro de la misma nunciatura.

“Él al parecer fumaba y se daba. Nunca lo hizo delante de mí. Compraba la droga en la calle”, dijo Occis Reyes, quien supuestamente andaba con el nuncio cuando fue apresado bajo cargo de abuso de menores.

Además de ser compañero sexual del nuncio, Occis Reyes dijo que él le pidió que le buscara menores entre los 14 y 16 años, “si eran blanquitos mucho mejor”. Confirmó que cuando Wesolowski se embriagaba salía para la calle a buscar a los menores.

“Según lo fui conociendo me di cuenta de que era una persona mentalmente hablando enferma… a él le gustaban limpiabotas y pobrecitos”, acotó el diácono, quien dijo no habló antes por miedo y vergüenza.

Vergüenza es lo que debe darle a la Iglesia Católica Dominicana, que se prestó para ocultar este caso que insulta y humilla al pueblo dominicano.

Vergüenza debe darle al Vaticano y al Papa Francisco que ha preferido guardar  silencio y obstaculizar la actuación de las autoridades dominicanas ante los graves delitos que pesan sobre los hombros Joseph Wesolowski.

Ante estos hechos, ha llegado el tiempo en que la sociedad dominicana reflexione si es debemos  continuar con el “Concordato” que firmo Trujillo con el Vaticano.

Que sentido tiene que el Estado Dominicano le reconozca  a la Iglesia Católica el carácter de sociedad perfecta, según este acuerdo. Es la Iglesia católica una sociedad perfecta?  Lo ha sido para el pueblo dominicano? Joseph Wesolowski evidenció que no, y su caso es una humillación al pueblo dominicano y a su legislación.
Para que Concordato? ¿Para que pagar con nuestros impuestos este privilegio irritante a la Iglesia Católica?

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