13 ago 2014

Hay que ser pionero, hay que destacarse, hay que ser mejores en lo que hacemos.

Por: Greeysis de la Cruz

Leyendo la biografía de Steve Jobs, el genio informático, he descubierto a un personaje obsesivo, déspota, romántico, vulnerable y perfeccionista.  Debo de confesar que eso de “perfeccionista” me gustó.  Porque de una u otra manera el éxito profesional y personal está relacionado con ese impulso interno que nos mueve hacer las cosas mejores.
Sabemos que las personas perfeccionistas  son caldo de cultivo para los trastornos de ansiedad, trastornos de alimentación y enfermedades psicosomáticas que pueden ser perfectamente tratadas, debido a que se desprenden del aprendizaje de una conducta. Pero el perfeccionismo, también tiene sus aspectos positivos. Y creo que es la fuerza que emana del corazón para no conformarse con el promedio.
Para tener éxito hay que emprender un esfuerzo, que el promedio de personas  no hacen porque lamentablemente convivimos en una sociedad sucumbida en un pensamiento negativo.  
Uno se encuentra con empleados que su única misión es desmotivar al que está motivado. No aportan nada, su labor la realizan con mediocridad y son muy hábiles en desarrollar actividades improductivas.
Son las personas exitosas y perfeccionistas sanas, que se esfuerzan por estar por encima del promedio, que es de hecho una actitud mental. Así vivió Steve Jobs enamorado de su creatividad, siempre innovando sin conformarse con sus éxitos pasados.  ¡Por eso su vida nos resulta fascinante!
A todos nos han programado para ser negativos, conformistas, para no creer, para ser escépticos, pero la buena noticia es que ese estado mental puede transformarse radicalmente. Steve Jobs, lo hizo.
¡Necesitamos motivación! A diario nos enfrentamos con situaciones que nos decepcionan, nos entristecen, nos desmeritan, casi siempre individuos mediocres, egocéntricos que nunca han emprendido nada por temor al fracaso o al qué dirán. 
Cada cual tiene el poder de transformar su futuro, usted decidirá si quiere seguir chismeando el día completo o realizara su labor siendo proactivo y poniendo a funcionar su creatividad para lograr sus metas a corto, medio o largo plazo.
No es malo ser diferente, mostrar interés en su trabajo, hacerlo con pasión, con entusiasmo. No es malo que su trabajo le destaque, a fin de cuentas debe existir algo que nos diferencie de los demás.
Hay que combatir esas reglas que imponen las mayorías en las oficinas.  Por lo general son personas que no tienen sueños ni visión. Los grupos tienen la tendencia a estar de acuerdo con acciones erróneas de los jefes. Por qué permitir que una acción de grupo dirija su vida personal?
No permita ser convencido de abandonar una idea con la frase: “eso no se había hecho nuca” “Eso ya se hizo antes”  “Tu proyecto es aburrido”
Hay que ser pionero, hay que destacarse, hay que ser mejores en lo que hacemos.  
Llegará el tiempo en que la gente se canse de lo corriente, de lo vulgar, de lo obsoleto, de lo intranscendente y entonces comience a querer lo diferente. Estemos listos para ese día, seamos diferentes. 


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@greysisdelacruz