Dicen que cuando las palabras se
usan mucho, pierden su significado, se gastan. Eso es lo que ha pasado con la
crisis de los partidos políticos en RD en donde “la crisis” se ha vuelto ya
algo parecido al caos.
Como definición muy básica, un
partido político de un régimen democrático son todas aquellas instituciones que buscan tener
influencia en el Estado, intentando ocupar posiciones en el gobierno.
En el marco de la actual crisis
que afecta al PRD vale la pena preguntarse quiere el PRD legar al poder?
Aparentemente no.
El PRD es un partido basado en
pasiones no en ideas ni propuestas, y por ello son un escenario permanente de
batallas.
Su presidente Miguel Vargas Maldonado es un
político inalcanzable, inaccesible, un gran señor, del que poco se conoce su
propuesta, mientras que su contendor Hipólito
Mejia habla demasiado, a veces sin coherencia lógica, incapaz de sostener un
criterio en tiempo.
En el caso PLD rebosado de poder,
sus dirigentes espera con ansias su
oportunidad para ser candidatos pero el líder Leonel Fernández no esta
preparado para auspiciar el relevo al considerarse a si mismo el salvador,
opinión que muchos comparten.
Sin embargo, Temístocles Montas
precandidato presidencial del PLD no cree en mesianismo ni en salvadores y
abiertamente ha criticado el continuismo, rescatado la figura del profesor Juan
Bosch.
Los pre-candidatos del PLD y del
PRD están en las calles, motivados por la baja valoración que actualmente tiene
el ex presidente Fernández, pero con un
discurso sin propuestas.
Una característica del momento político
actual, los candidatos repiten ideas y consignas que ya han fracasado en el
escenario nacional, y que muchas veces no conectan sobre todo con las
generaciones de jóvenes que son más exigentes y no están infectados por
pasiones históricas desmedidas de los partidos de larga data.
El desgaste y el debilitamiento
de los partidos políticos dominicanos tienen graves consecuencias en la
población dominicana que siente cada vez más que el PRD, el PLD y otros tantos,
responden al mismo esquema.
Por ello tenemos candidatos sin
programas de desarrollo integral, sin capacidad para crear opinión pública y
mucho menos discursos políticos serios y coherentes con la práctica.
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@greysisdelacruz